
En algunas partes del mundo, las granjas de escorpiones están surgiendo como un negocio inusual pero potencialmente lucrativo. Estos arácnidos, con más de 2,000 especies distribuidas por todo el planeta, son criados para extraer su veneno, que tiene un valor exorbitante en el mercado.
El veneno de escorpión es conocido como el líquido más caro del mundo, con un litro valorado en millones de dólares. Este preciado recurso se utiliza en investigaciones médicas y en la producción de cosméticos. Sin embargo, la demanda no siempre coincide con la oferta, lo que plantea desafíos para los granjeros.
Países como Egipto, México y China han adoptado este modelo de negocio, con instalaciones que albergan decenas de miles de escorpiones. En Nigeria, por ejemplo, hay granjas con más de 80,000 ejemplares. Estas granjas requieren condiciones específicas para mantener a los escorpiones y extraer su veneno de manera segura.
El proceso de ordeñar escorpiones es delicado y requiere paciencia y habilidad. Cada escorpión produce solo unos pocos miligramos de veneno al día, lo que explica por qué las granjas necesitan mantener tantos ejemplares. El veneno se congela en nitrógeno líquido y se convierte en polvo para su venta y uso en investigaciones médicas.