
Un implante retinal innovador está devolviendo la capacidad de leer a personas con degeneración macular seca avanzada, una condición que destruye la visión central. El dispositivo, llamado Prima, fue probado con éxito en 38 pacientes europeos, incluyendo a Sheila Irvine, una británica de 70 años que recuperó la lectura tras 30 años de ceguera.
El sistema consiste en un microchip fotovoltaico —más pequeño que un grano de arroz— que se implanta debajo de la retina. Este se conecta a gafas con cámara que proyectan imágenes al implante mediante luz infrarroja. Las señales son procesadas y enviadas al cerebro, permitiendo a los pacientes recuperar parte de su visión central.
Sheila, quien participaba en el ensayo del Moorfields Eye Hospital, describió la experiencia como «algo de otro mundo». Antes del implante, su visión era tan limitada que no podÃa leer ni reconocer rostros. Hoy, tras meses de entrenamiento, logra leer tabla optométrica, libros y crucigramas. «Es asombroso. Nunca pensé que volverÃa a leer», confesó emocionada.
El estudio, publicado en el New England Journal of Medicine, mostró que 27 de los 32 pacientes implantados mejoraron su capacidad de lectura. «Es un avance sin precedentes», afirmó Mahi Muqit, cirujano lÃder del ensayo. «Por primera vez, tenemos una solución que devuelve una visión funcional para actividades cotidianas», explicó.
Aunque el dispositivo Prima aún no está aprobado para uso masivo, los resultados son prometedores. Muqit espera que esté disponible en el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS) en unos años, lo que podrÃa beneficiar a cientos de miles de personas con degeneración macular en el mundo.
Para Sheila, el implante ha sido un regalo inesperado. Aunque requiere concentración y práctica —debe mantener la cabeza quieta para enfocar las letras—, disfruta de «una hora de lectura diaria» en casa. «La tecnologÃa avanza tan rápido… ¡y yo soy parte de ello!», celebró.
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