Uvaldo González, un hombre de 43 años oriundo del Bronx, protagonizó una violenta serie de robos de automóviles y agresiones que culminó con el ataque a un oficial de la Autoridad Portuaria de Nueva York, en un intento desesperado de escapar. Según informaron las autoridades, el suceso tuvo lugar la madrugada del domingo, en una ola de crímenes que dejó a tres policías heridos y dos vehículos destruidos.
Todo comenzó cuando González, armado con un cuchillo, robó su primer vehículo en algún lugar de la ciudad de Nueva York. Cruzó el río Hudson con el auto robado, pero se estrelló en South Hackensack, Nueva Jersey, alrededor de las 2:30 a.m., según el fiscal del condado de Bergen, Mark Musella. Luego, intentó robar otro automóvil, pero al fallar en su primer intento, apuntó a una segunda víctima, logrando sustraerle el vehículo a punta de cuchillo y huyendo del lugar antes de que la policía pudiera intervenir.
Veinte minutos más tarde, un testigo alertó al Departamento de Policía de la Autoridad Portuaria sobre un vehículo que circulaba erráticamente con tres neumáticos en el puente George Washington. Los agentes rápidamente acudieron al lugar y encontraron a González atrapado con el Toyota Sienna que había robado previamente. Sin embargo, el delincuente no se detuvo ahí; al verse acorralado, salió del vehículo e intentó robar otro auto sin éxito.
Desesperado, González abrió la puerta del copiloto de la patrulla policial del oficial Miguel Correa, quien ya había salido del vehículo. En un giro inesperado, Correa saltó por la ventana abierta de la patrulla para intentar detener a González, pero en el forcejeo, este lo atacó cortándole el rostro con su cuchillo. A pesar de la agresión, Correa y otros dos agentes lograron finalmente reducir a González.
Los tres oficiales fueron trasladados al Hospital Hackensack, donde recibieron tratamiento por lesiones menores y fueron dados de alta más tarde. González, por su parte, también fue llevado al hospital para una evaluación médica y ahora enfrenta múltiples cargos, incluidos intento de asesinato, agresión agravada y robo de propiedad. El historial delictivo de González revela al menos 17 arrestos previos por diversos cargos, entre ellos robo, posesión de drogas, allanamiento y agresión. Además, tenía dos órdenes de captura activas en Nueva York al momento de su detención.
Frank Conti, presidente de la Autoridad Portuaria PBA, aplaudió el esfuerzo de los oficiales, elogiando su valentía y capacidad para manejar una situación tan peligrosa. “Estoy muy feliz de que nadie haya resultado herido de gravedad”, dijo Conti en un comunicado, subrayando los riesgos que enfrentan los policías día a día.
Este incidente es un claro ejemplo de los desafíos y peligros inherentes al trabajo policial, y de cómo, a pesar de las dificultades, los oficiales están preparados para proteger a la ciudadanía incluso en las situaciones más extremas.
Por: Rafael Santos