Por: Rafael Santos
Un guardabosques de Nueva York perdió la vida mientras atendía una emergencia de incendio forestal en el condado de Orange, cerca de la frontera con Nueva Jersey. En medio de una intervención de alto riesgo el sábado por la noche, un árbol cayó inesperadamente sobre él, resultando en su muerte casi instantánea, de acuerdo con el informe emitido por el equipo de Rescate y Bomberos del condado de Dutchess a través de sus redes sociales. La tragedia ha generado una ola de condolencias y mensajes de solidaridad de diversas agencias y autoridades locales, quienes se han pronunciado reconociendo su labor y valentía en el cumplimiento de su deber.
El incendio forestal, que abarca aproximadamente 2,000 acres en Greenwood Lake Turnpike, ha sido uno de los más severos en la región y es parte de una serie de incendios activos en el área tri-estatal, alimentados por condiciones climáticas desfavorables, con vientos secos y temperaturas elevadas que han agravado el riesgo de propagación de las llamas. En respuesta a la situación, una alerta de calidad de aire fue emitida para la ciudad de Nueva York, el valle de Hudson y partes del norte de Nueva Jersey, debido a que el denso humo afecta significativamente la visibilidad y la salud de los residentes de la zona.
La Administración de Servicios de Emergencia del Condado de Orange también expresó sus condolencias y agradeció la dedicación del guardabosques caído. Sin embargo, la identidad del guardabosques fallecido aún no ha sido revelada.
La región ha enfrentado condiciones particularmente secas, con Nueva York registrando el mes de octubre más seco de su historia y menos de una pulgada de lluvia acumulada, cuando el promedio habitual es de alrededor de 4 pulgadas. Este déficit de precipitaciones no solo ha intensificado el riesgo de incendios, sino que ha llevado a las autoridades a tomar medidas adicionales. El alcalde Eric Adams, en un esfuerzo por reducir el peligro, anunció la prohibición de realizar parrilladas en todos los parques de la ciudad luego de que un incendio afectara dos acres de la zona arbolada en Prospect Park, Brooklyn.
“A partir de ahora, prohibiremos hacer parrilladas en nuestros parques y pedimos a todos los neoyorquinos tomar medidas de precaución para ayudar a prevenir más incendios forestales,” declaró el alcalde Adams, enfatizando la importancia de adoptar prácticas responsables para proteger los espacios verdes y prevenir situaciones similares.
Las condiciones climáticas extremas han desencadenado advertencias de bandera roja en áreas que incluyen Garden State, Nueva York y el sur de Connecticut. Esta medida se mantendrá hasta la tarde del domingo, y aunque el pronóstico indica la posibilidad de precipitaciones leves, de hasta un cuarto de pulgada, los expertos meteorológicos consideran que es insuficiente para mitigar la sequía que sigue afectando a gran parte de Nueva Jersey, la Gran Manzana y otras áreas cercanas.
De acuerdo con el Departamento de Protección Ambiental de Nueva Jersey, algunas partes del Estado Jardín no han registrado lluvias mensurables en más de 40 días, una situación que agrava la expansión de los incendios forestales en la región y que podría prolongarse hasta que ocurra una lluvia significativa.
La trágica pérdida del guardabosques destaca la peligrosa realidad que enfrentan los bomberos y equipos de rescate en su intento por controlar estos incendios de gran magnitud, poniendo de relieve la importancia de la colaboración y precaución ciudadana para reducir los riesgos.