
Bajo una lluvia persistente, el Estadio Olímpico de Tokio fue testigo de un final de infarto en el Mundial de Atletismo, donde Estados Unidos se llevó el oro en los 4×100 metros, tanto en categoría femenina como masculina, con Sha’Carri Richardson y Noah Lyles como figuras estelares.
En la prueba femenina, Richardson recibió el testigo en desventaja, pero con una velocidad letal en la recta final, superó a Jamaica en un foto finish (41.75s). Su equipo, integrado por Melissa Jefferson-Wooden (que logró el triplete 100m-200m-4×100m, hazaña no vista desde 2013), TeeTee Terry y Kayla White, demostró por qué EE.UU. es la potencia número uno.
En la rama masculina, el cuarteto de Coleman, Bednarek, Lindsey y Lyles no dio opciones a sus rivales, cruzando la meta en 37.29 segundos. Canadá se quedó con la plata, mientras que Países Bajos logró el bronce y batió su récord nacional.
Con estos resultados, Estados Unidos cerró el Mundial con números históricos: 16 oros y 26 medallas, la mejor actuación de su historia en un campeonato de pista y campo. Tokio 2025 pasará a los libros como el evento donde el atletismo estadounidense reinó sin rival.
Por qué este doblete es histórico: 🌟 Richardson, la heroína: Remontada en los últimos metros. 👏 Jefferson-Wooden hace historia: Triplete como Fraser-Pryce en 2013. 🏃♂️ Lyles y el relevo masculino: Victoria aplastante. 📊 Récord de medallas: 16 oros, la mejor marca de EE.UU.