Las explosiones se registraron en las principales rutas de Gyeongui y Donghae, que son vitales para la conexión entre Paju, Corea del Sur, y Kaesong, en el Norte. En respuesta a estas detonaciones, que tuvieron lugar al mediodía en territorio norcoreano, el Ejército de Corea del Sur efectuó disparos al sur de la Línea de Demarcación Militar.
Según el Estado Mayor Conjunto (JCS) de Corea del Sur, estas explosiones están vinculadas a un esfuerzo más amplio del régimen de Pyongyang para interrumpir todas las vías de transporte hacia el sur. Esta acción se enmarca dentro de una reciente enmienda constitucional que podría haber redefinido unilateralmente las fronteras nacionales bajo las instrucciones del líder norcoreano, Kim Jong-un.
El JCS también indicó que Corea del Norte está utilizando maquinaria pesada para llevar a cabo la destrucción de las carreteras, aunque hasta el momento no se han reportado daños a instalaciones ni a personal militar surcoreano. A pesar de ello, el Ejército surcoreano ha elevado su nivel de alerta y vigilancia ante posibles movimientos adicionales por parte del régimen norcoreano.
Estas tensiones se desarrollan en un contexto de acusaciones mutuas, donde Corea del Norte ha acusado al Sur de enviar drones cargados de propaganda a su territorio y ha amenazado con una respuesta artillera si tales incidentes se repiten.
Por: Rafael Santos