
Las tierras raras son un grupo de 17 elementos químicos esenciales para la fabricación de dispositivos tecnológicos modernos. Estos elementos, que van desde el lantano hasta el lutecio, son cruciales para el funcionamiento de smartphones, pantallas táctiles y otros dispositivos electrónicos.
Sin tierras raras, la economía digital no existiría. Elementos como el neodimio son vitales para los micrófonos y altavoces, mientras que el itrio y el europio se utilizan para colorear las pantallas. Estos materiales son fundamentales en industrias clave como la aeroespacial, la defensa y la energía nuclear.
Aunque no son raras en abundancia, extraer tierras raras es complicado y costoso. Se encuentran en minerales como la bastnasita y la monacita, y su separación genera residuos tóxicos y radiactivos. China domina el mercado, produciendo más del 80% del suministro mundial, lo que le otorga una ventaja geopolítica significativa.
La dependencia de las tierras raras plantea desafíos ambientales y geopolíticos. La extracción contaminante y el monopolio chino subrayan la necesidad de diversificar las fuentes de suministro y desarrollar tecnologías más sostenibles.


