
La administración de Donald Trump enfrenta un momento crítico en sus esfuerzos por mantener la paz en Gaza, mientras crece la preocupación de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pueda sabotear el acuerdo alcanzado con Hamás. Según The New York Times, funcionarios de la Casa Blanca temen que Netanyahu reanude los ataques militares, lo que destruiría el frágil alto al fuego.
Para evitar esto, el vicepresidente J.D. Vance viajará a Israel, donde se unirá a Steve Witkoff (envío especial para Oriente Medio) y Jared Kushner (asesor de Trump), quienes ya están en el país para reunirse con Netanyahu y garantizar el cumplimiento del acuerdo. El objetivo es estabilizar la tregua, asegurar la llegada de ayuda humanitaria a Gaza y lograr la devolución de los restos de los rehenes israelíes fallecidos.
Sin embargo, la desconfianza hacia Netanyahu es evidente. El primer ministro ha demostrado una tendencia a optar por la fuerza militar, y sus recientes órdenes de ataques aéreos en Rafa han aumentado las tensiones. Witkoff y Kushner han descrito la situación como «muy delicada», advirtiendo que el acuerdo podría fracasar si Israel reanuda las hostilidades.
La visita de Vance busca reafirmar el compromiso de EE.UU. con la paz, pero el riesgo de un nuevo estallido de violencia sigue presente. Si Netanyahu decide ignorar las advertencias, no solo se pondría en peligro la tregua, sino también la estabilidad regional y la relación entre Washington y Tel Aviv.