Por: Rafael Santos
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha autorizado a Ucrania el uso de armas de largo alcance para realizar ataques limitados dentro del territorio de Rusia, según informaciones recientes. Esta autorización podría intensificar aún más el conflicto en Ucrania, pues Rusia ya había advertido sobre las consecuencias de permitir que Ucrania utilice misiles de largo alcance para atacar dentro de Rusia.
La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, hizo referencia a declaraciones previas del presidente Vladimir Putin, quien en septiembre afirmó que si Occidente permitiera estos ataques, la naturaleza del conflicto cambiaría radicalmente. Putin subrayó que ello significaría que países de la OTAN, incluidos Estados Unidos y los miembros europeos, estarían participando directamente en la guerra contra Rusia.
Según reportes de la prensa estadounidense, Biden ha dado luz verde para el uso de misiles ATACMS, unos misiles supersónicos guiados de largo alcance (aproximadamente 300 kilómetros o 190 millas), que pueden transportar cabezas convencionales o de racimo. Estos misiles permitirían a Ucrania llevar a cabo ataques más efectivos dentro de Rusia, aunque ni la Casa Blanca ni el Pentágono han confirmado oficialmente la autorización.
Este permiso llega en un momento crucial, justo antes de que el gobierno de Biden deje paso al de Donald Trump en enero de 2025. Trump ha prometido en repetidas ocasiones que pondría fin al conflicto en Ucrania, lo que añade una capa de incertidumbre sobre las políticas estadounidenses en relación con la guerra en Ucrania.
La decisión de Biden podría reforzar significativamente la posición de Ucrania en la guerra, pero también podría escalar aún más las tensiones con Rusia, cuyos líderes ya han advertido de las consecuencias de una mayor intervención de Occidente.