Cole Bridges, un soldado estadounidense, fue condenado a 14 años de prisión tras admitir haber intentado ayudar a ISIS a planear ataques en lugares emblemáticos de Nueva York, como el Memorial del 11 de septiembre, y a llevar a cabo ataques contra tropas estadounidenses en Medio Oriente. Su comunicación inicial se realizó a través de una aplicación de mensajería cifrada con un agente encubierto del FBI, a quien creyó que era un partidario de ISIS.
Desde antes de unirse al ejército en 2019, Bridges había estado consumiendo material en línea que promovía el yihadismo y expresando su apoyo a ISIS. Durante sus interacciones con el agente encubierto, ofreció información sobre tácticas militares, aconsejó sobre objetivos potenciales y describió estrategias para llevar a cabo ataques en EE. UU. y contra fuerzas estadounidenses en el extranjero. También se le encontró material en su computadora relacionado con la promoción de la violencia y el yihadismo. Su caso destaca preocupaciones sobre la radicalización dentro de las fuerzas armadas.
Por: Rafael Santos