
El gobierno de Estados Unidos ha desatado una operación de alto impacto al ofrecer recompensas que alcanzan los veintiséis millones de dólares por información que lleve a la captura de cinco líderes de los cárteles más violentos de México. La recompensa más alta, de diez millones de dólares, está destinada a Juan José Farías Álvarez, conocido como El Abuelo, líder de Cárteles Unidos, una organización que ha escalado rápidamente en el mundo del crimen organizado.
Las otras recompensas incluyen cinco millones de dólares por Nicolás Sierra Santana, El Gordo, y por Alfonso Fernández Magallón, Poncho, así como tres millones de dólares por Luis Enrique Barragán Chávez, Güicho, y por Edgar Orozco Cabadas, El Kamoni. Estos narcotraficantes están vinculados a una serie de delitos que incluyen tráfico de drogas, extorsión y violencia extrema en Michoacán.
Cárteles Unidos surgió como una alianza de grupos criminales menores que buscaban protegerse de la influencia de cárteles más poderosos. Sin embargo, su evolución los ha convertido en una organización transnacional que produce y trafica opioides sintéticos hacia Estados Unidos, además de cometer actos de violencia extrema, como el uso de explosivos improvisados y el reclutamiento de mercenarios.
Mientras tanto, Los Viagras han fortalecido su alianza con el Cartel de Jalisco Nueva Generación, lo que les ha permitido expandir sus operaciones de tráfico de fentanilo. Este grupo también ha sido acusado de extorsionar a agricultores, ganaderos y comunidades enteras, imponiendo un régimen de terror en las zonas bajo su control.
Las recompensas anunciadas por el gobierno estadounidense son parte de una estrategia más amplia que incluye sanciones económicas y la extradición de narcotraficantes de alto perfil. El objetivo es desmantelar las redes criminales que generan violencia en ambos lados de la frontera y reducir su capacidad operativa.