Lionel Messi demostró que, a sus 37 años, sigue siendo uno de los jugadores más decisivos del mundo al protagonizar una actuación épica este martes, anotando un hat-trick en la victoria de Argentina por 6-0 ante Bolivia en las eliminatorias para el Mundial 2026. Este fue el décimo triplete internacional de Messi, lo que lo coloca a la par con Cristiano Ronaldo, quien ostenta el mismo récord en el fútbol masculino.
El Estadio Monumental de Buenos Aires vibró con cada toque del astro argentino, que no solo contribuyó con sus tres goles, sino que también sumó dos asistencias, consolidando así su influencia en el juego y reafirmando por qué sigue siendo el líder indiscutible de la selección argentina.
“Es muy lindo venir acá, sentir el cariño de la gente, me emociona cómo gritan mi nombre”, expresó Messi al finalizar el partido, visiblemente emocionado por la ovación que le brindó la afición local. “Esto me motiva. Disfrutar de ser feliz donde estoy. A pesar de mi edad, cuando estoy acá me siento como un chico porque estoy cómodo con este equipo. Mientras me sienta bien y pueda seguir rindiendo como quiero, seguiré disfrutando”.
La actuación de Messi fue determinante desde el principio. A los 19 minutos del primer tiempo, aprovechó un error defensivo para abrir el marcador y encaminar a su equipo hacia la victoria. Pero su influencia no se detuvo ahí. Minutos antes del final de la primera mitad, Messi volvió a hacer gala de su generosidad en el juego, asistiendo a Lautaro Martínez para el segundo gol del partido, dejando el camino libre para que su compañero solo tuviera que empujar el balón al fondo de la red.
El dominio de Argentina fue total, y antes del descanso, Messi regaló otro momento mágico con un pase perfecto a Julián Álvarez desde un tiro libre rápido. Álvarez controló el balón con maestría y lo picó por encima del arquero para poner el 3-0. Era un recital de fútbol, con Messi dirigiendo la orquesta desde el mediocampo.
En el segundo tiempo, Thiago Almada amplió la ventaja al marcar el cuarto gol en el minuto 69, culminando una jugada colectiva que desató los aplausos del público. Sin embargo, Messi no estaba satisfecho y aún tenía más para ofrecer.
A solo minutos del final, Messi firmó su segundo gol del partido, una obra maestra típica de su repertorio. Tras una carrera vertiginosa en la que dejó atrás a varios defensores bolivianos, definió con precisión para batir al arquero con un disparo raso. El estadio explotó en júbilo, mientras los fanáticos coreaban su nombre. Era un gol que traía recuerdos de su época en el Barcelona, donde solía dejar a los defensas impotentes con su velocidad y control de balón.
Pero el espectáculo no había terminado. En los instantes finales del partido, Messi conectó un zurdazo desde fuera del área que se coló por la escuadra, sellando el 6-0 definitivo. Fue la guinda del pastel para una actuación memorable.
Con este hat-trick, Messi igualó el récord de Cristiano Ronaldo de diez tripletes con la selección, una hazaña que reafirma su estatus como uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos. “Mientras me sienta bien y pueda seguir rindiendo como quiero, seguiré disfrutando”, comentó Messi al finalizar el partido, dejando claro que, a pesar de su edad, su pasión por el fútbol sigue intacta.
La victoria de Argentina no solo fue una muestra del talento individual de Messi, sino también de la solidez del equipo dirigido por Lionel Scaloni. A pesar de haber empatado contra Venezuela en su partido anterior y perdido frente a Colombia en septiembre, la Albiceleste sigue liderando la tabla de clasificación de la CONMEBOL con 22 puntos, consolidando su camino hacia el Mundial 2026.
El próximo desafío de Argentina será enfrentarse a Paraguay el 14 de noviembre, un encuentro donde Messi seguramente volverá a ser la pieza clave de un equipo que busca mantener su posición en lo más alto del fútbol sudamericano.
Por: Rafael Santos