Por: Rafael Santos
Un tribunal federal de Texas ha dictaminado como ilegal el programa “Keeping Families Together” de Joe Biden, el cual fue implementado en junio con el objetivo de beneficiar a medio millón de inmigrantes. Este programa busca agilizar el proceso para que cónyuges extranjeros de ciudadanos estadounidenses obtengan su estatus legal, evitando la separación familiar. Sin embargo, el juez de distrito J. Campbell Barker, designado en la administración Trump, determinó que la administración de Biden “carece de autoridad legal” para aplicar esta medida, lo que representa un fuerte golpe a la política migratoria demócrata.
El fiscal general de Texas, Ken Paxton, junto con otros fiscales republicanos, presentaron una demanda contra el Departamento de Seguridad Nacional, argumentando que el programa recompensa a quienes “violaron las leyes”. Este veredicto final, tras un bloqueo temporal en agosto, podría ser apelado por el gobierno de Biden.
El programa “parole in place” permite que inmigrantes indocumentados casados con estadounidenses permanezcan en el país mientras gestionan su residencia permanente, evitando un proceso largo y costoso fuera del país. Las reglas también abarcan a aproximadamente 50,000 hijastros de ciudadanos estadounidenses. A estos beneficiarios se les otorgaría una autorización para trabajar y el derecho a permanecer en el país hasta por tres años mientras solicitan su “green card”.
Para muchas familias migrantes, esta decisión judicial es una preocupación significativa, dada la amenaza de deportaciones prometida por el presidente electo Donald Trump, quien ha calificado la situación migratoria como una “invasión”. Por su parte, el activista Harold A. Solís, de la organización Make The Road New York, expresó su profunda decepción ante esta resolución y reafirmó su compromiso de seguir apoyando la unidad familiar a pesar de las adversidades.