
Científicos chinos han desarrollado un motor hipersónico capaz de alcanzar velocidades de hasta 20.000 km/h utilizando combustible convencional. Este avance, basado en ondas de detonación, podría transformar los viajes aéreos y espaciales. La tecnología permite una combustión ultrarrápida y eficiente, superando los límites actuales de la propulsión.
Durante décadas, la ingeniería aeroespacial ha buscado dominar la potencia de la detonación para mejorar la propulsión. Un equipo de investigadores chinos ha logrado un motor hipersónico que opera entre Mach 6 y Mach 16. La clave radica en una tecnología que convierte las ondas de choque en aliadas, permitiendo una combustión ultrarrápida y eficiente.
El motor, denominado ODE, fue probado con éxito en el túnel de choque JF-12 de Beijing, simulando condiciones de vuelo a altitudes superiores a los 40 km. Utilizando combustible estándar (RP-3), los científicos generaron ondas de detonación sostenidas, un logro significativo en la propulsión hipersónica. Este sistema es hasta 1.000 veces más rápido en combustión que los motores tradicionales, generando más empuje con menos pérdida de energía.
El equipo de la Academia China de Ciencias descubrió que una protuberancia de 5 mm en la cámara de combustión genera ondas de choque que comprimen y encienden la mezcla de combustible. Este fenómeno mantiene la combustión activa y multiplica la presión interna, permitiendo la creación de empuje en velocidades donde otros motores fallan. El potencial de este avance es enorme, aunque aún en fase experimental, podría reducir significativamente el tiempo de viaje intercontinental.