
El Gobierno de Estados Unidos ha emitido una orden que exige el despido de empleados federales que aún estén cumpliendo sus períodos de prueba. Esta medida se produce días después de que un juez federal en California dictaminara que la medida del 20 de enero por parte de la Oficina de Administración de Personal (OPM) era «ilegal».
La orden, emitida por la OPM, ha sido temporalmente suspendida, permitiendo a las agencias federales un plazo hasta el 13 de septiembre para implementar reducciones de personal. Esta decisión afecta a miles de empleados federales que fueron contratados o promovidos en los últimos uno o dos años, dependiendo de cada agencia.
La próxima audiencia del caso está programada para el 13 de marzo, donde se espera que se resuelvan las disputas legales sobre la legalidad de la orden de despido. Mientras tanto, los empleados afectados continúan en un limbo, esperando la resolución final del caso.