La Comisión Europea tiene en marcha una investigación sobre la posible violación de reglas digitales de la Unión Europea por parte de Telegram, al no facilitar cifras exactas sobre la cantidad de usuarios de esa plataforma de mensajería, informa The Financial Times, que cita a funcionarios europeos.
El Centro Común de Investigación está realizando una pesquisa técnica para establecer el verdadero número de usuarios de Telegram en el bloque comunitario, según funcionarios al tanto de esa indagatoria.
«Tenemos forma, a través de nuestros propios sistemas y cálculos, de determinar la exactitud de los datos de usuarios», comentó Thomas Regnier, portavoz de la Comisión para asuntos digitales.
De ser revelada una infradeclaración de datos, el organismo puede calificar unilateralmente a la plataforma como demasiado grande si su número de usuarios excede los 45 millones de personas mensuales, umbral sobre el cual las entidades digitales quedan sujetas a una normativa impuesta este año para controlar su influencia.
El Reglamento de Servicios Digitales de la UE obliga a las grandes plataformas a cumplir una serie de normas sobre protección de datos y publicidad, incluidas la moderación de contenidos, auditorías por terceros y la facilitación de datos a la Comisión Europea.
Telegram declaró en febrero que tenía solo 41 millones de usuarios mensuales en la UE. Estaba previsto que proporcionara un informe actualizado este mes, bajo la nueva normativa, pero se limitó a declarar que tenía en la región «un número significativamente inferior a 45 millones de receptores activos mensuales en promedio».
La investigación de la UE coincide con la del Gobierno francés sobre presuntas actividades ilícitas en esa plataforma de mensajería, que condujo a la detención del fundador y director general de Telegram, Pável Dúrov, originario de Rusia y también ciudadano francés, emiratí y sancristobaleño.
Dúrov, de 39 años, fue detenido el 24 de agosto tras bajar de su avión privado en la pista del aeropuerto de París-Le Bourget, a donde llegó desde Azerbaiyán. Sobre él pesaba una orden de búsqueda emitida por la oficina de menores de la Dirección Nacional de Investigación Criminal francesa, sobre la base de una investigación preliminar.
La detención preventiva de Dúrov llegó a su fin este miércoles y fue trasladado a un tribunal, donde fue imputado y puesto bajo vigilancia judicial, con la condición de pagar una fianza de cinco millones de euros y con prohibición de salir de Francia.
Las acusaciones presentadas incluyen complicidad en la distribución de pornografía infantil por un grupo organizado; complicidad en tráfico de drogas; fraude por un grupo organizado y negativa a facilitar información o documentos solicitados por organismos autorizados, entre otras.
«Telegram cumple con las leyes europeas, incluido el Reglamento de Servicios Digitales, y su moderación está en línea con los estándares de la industria», dijo la compañía en un comunicado publicado el domingo, añadiendo que es «absurdo decir que una plataforma o su jefe son responsables de abusos» que hayan tenido lugar en ella.