El candidato presidencial del Partido Liberal (PL), Salvador Nasralla, denunció este domingo que le «robaron votos en la mayoría de los departamentos» de Honduras durante las elecciones del 30 de noviembre. Según Nasralla, tras revisar miles de actas, su equipo encontró «irregularidades en la transcripción de los votos», lo que habría beneficiado a su rival, Nasry Asfura, del Partido Nacional.
En un mensaje en X, Nasralla escribió: «Comprobamos que en la mayoría de los departamentos fuimos robados en la transcripción de las actas». Además, criticó que el conteo se ha estancado desde la madrugada del jueves, lo que genera «incertidumbre y desconfianza» en la población.
La empresa ASD en el centro de la polémica
Nasralla exigió que la empresa colombiana ASD, contratada por el CNE para el proceso electoral, explique su papel en las supuestas irregularidades. Según el candidato, ASD tiene «vínculos con Energía Honduras (EEH) y el Partido Nacional», lo que podría explicar las manipulaciones. «Exigimos que rindan cuentas hoy mismo», declaró.
Resultados ajustados y denuncias de fraude
Los últimos datos del CNE muestran a Nasralla con 1.112.570 votos (39.50%), frente a los 1.132.321 (40.20%) de Asfura, una diferencia de solo 20,000 votos. Sin embargo, Nasralla insistió en que «miles de actas fueron alteradas» para beneficiar a su opositor, quien, según él, «nunca lideró las encuestas».
En otro tuit, Nasralla advirtió: «Quienes adulteraron las actas prepárense para enfrentar la justicia a partir del 27 de enero de 2026». Esta declaración aumenta la tensión en un país donde las denuncias de fraude ya han generado protestas en varias ciudades.
Un clima electoral marcado por la desconfianza
Las elecciones del 30 de noviembre convocaron a más de 6 millones de hondureños para elegir presidente, diputados y autoridades locales. Sin embargo, el proceso estuvo rodeado de polémica:
- El gobierno acusó a la oposición de planear un complot para desestabilizar el país.
- La oposición denunció que el Ejecutivo manipuló los resultados para favorecer al Partido Nacional.
¿Qué puede pasar ahora?
Con los resultados aún sin definirse y las acusaciones de fraude en aumento, Honduras enfrenta una crisis de legitimidad. Nasralla ha anunciado que no aceptará los resultados si no se investigan las irregularidades, mientras que el Partido Nacional defiende la transparencia del proceso.
La OEA y otros observadores internacionales han pedido calma y respeto al debido proceso, pero la desconfianza persiste. La pregunta clave es: ¿Habrá una investigación independiente que clarifique las denuncias, o el país caerá en una nueva crisis institucional?