
Por: Rafael Santos
Rediseño de la calle 96 en Manhattan: un cambio hacia la movilidad sostenible y segura
El Departamento de Transporte de la Ciudad de Nueva York (NYC DOT) anunció la culminación de un ambicioso proyecto de rediseño integral en la calle 96 de Manhattan, una arteria clave que conecta el Upper East Side con el Upper West Side. Este esfuerzo busca transformar radicalmente la experiencia de viaje para los usuarios de transporte público y garantizar mayor seguridad para peatones y ciclistas, en línea con la visión de una ciudad más sostenible y eficiente.
Innovaciones en transporte público
El tramo renovado, que se extiende desde la Segunda Avenida hasta la Avenida West End, ahora cuenta con 1.7 millas de carriles exclusivos para autobuses. Estos carriles están diseñados para mejorar significativamente la velocidad y la confiabilidad del servicio, ofreciendo un alivio directo a los 15,500 pasajeros semanales que utilizan las rutas M96 y M106. En el pasado, estos usuarios enfrentaban velocidades promedio de tan solo 4 mph durante las horas pico.

“Este rediseño no solo agiliza el transporte público, sino que redefine la movilidad en Manhattan”, declaró Ydanis Rodríguez, comisionado del NYC DOT. “Con estos carriles exclusivos, priorizamos un sistema de transporte más rápido y seguro para quienes dependen de los autobuses.”
Por su parte, Janno Lieber, presidente y director ejecutivo de la Autoridad de Transporte Metropolitano (MTA), subrayó la relevancia de estas mejoras al recordar que “un autobús completo tiene la capacidad de transportar hasta 40 veces más personas que un automóvil particular. Garantizar la rapidez y la confiabilidad en el servicio es clave para incentivar su uso.”
Beneficios para la comunidad
La calle 96 es un corredor vital en Manhattan, donde el 74 % de los hogares no posee vehículos privados. Además, el 68 % de los residentes depende del transporte público, caminar o andar en bicicleta para sus desplazamientos diarios. Conectando siete líneas del metro, 14 rutas de autobuses, dos hospitales y múltiples destinos clave, este rediseño mejora la conectividad urbana de manera sustancial.
El proyecto también se alinea con los objetivos de la próxima implementación de tarifas por congestión, prevista para enero de 2025. Estas tarifas buscan reducir el uso de automóviles en el distrito comercial central de Nueva York, fomentando alternativas más sostenibles. La transformación de la calle 96 forma parte de un conjunto de 37 proyectos destinados a facilitar los desplazamientos sin vehículos privados en la ciudad.
Compromiso con un transporte eficiente y seguro
Además de los carriles exclusivos para autobuses, el proyecto incluyó mejoras en la seguridad peatonal, como nuevas señales de tráfico, cruces más visibles y sincronización optimizada de semáforos. El NYC DOT continuará monitoreando el impacto de estas intervenciones para realizar ajustes según sea necesario y garantizar su éxito a largo plazo.
“El rediseño de la calle 96 no es solo una obra de infraestructura, sino un paso crucial hacia una Nueva York más accesible, eficiente y segura para todos sus habitantes”, concluyó Rodríguez.
Con esta transformación, Manhattan avanza hacia un modelo de transporte público más moderno y funcional, reafirmando su compromiso con la sostenibilidad y el bienestar de su comunidad.