SANTO DOMINGO.- El comentarista y dirigente político Héctor Rodríguez Pimentel pronosticó que la descontrolada inmigración de haitianos a territorio dominicano conducirá al país a una situación de inestabilidad y caos en el corto plazo.
Rodríguez, un excónsul dominicano en Puerto Príncipe, comparó la situación con lo que ha ocurrido históricamente en el Líbano, donde impera el desorden desde que la inmigración musulmana superó en cantidad a los nativos cristianos y se inició la coexistencia étnica y religiosa en un mismo territorio.
Consideró que «en República Dominicana vamos también por el camino de la multiétnia, la coexistencia de razas y costumbres distintas si no paramos a tiempo la entrada masiva de ilegales haitianos a nuestro territorio».
Observó en un comentario por la emisora Z101, que ya hay regiones en el país donde la presencia haitiana es mayoría a la dominicana y las demandas por espacios sociales y políticos son notorias.
Afirmó que en la Línea Noroeste, de donde es oriundo, hay comunidades habitadas completamente por haitianos, luego de desplazar a los nativos dominicanos.
Protestas
Citó el caso de las protestas que encabezan periódicamente organizaciones de haitianos indocumentados para reclamar la nacionalidad dominicana a pesar del precepto constitucional que reconoce como dominicanos solo a los extranjeros nacidos en el país de padres debidamente legalizados.
“Los haitianos están cada vez más empoderados en nuestro país y en la medida en que sigan creciendo en número, sus reclamos serán más fuertes hasta llegar a coexistir en cantidad con los dominicanos, y entonces hasta ahí llegó la estabilidad y el crecimiento de la República Dominicana”, sentenció Rodríguez Pimentel.
Dijo que aún estamos a tiempo de evitar el caos, pero solo si se toman las medidas de control migratorio necesarias, parando de golpe el negocio de trata de ilegales en todos los órdenes.
Expresó Rodríguez Pimentel que el principal reto que tiene la República Dominicana es parar el flujo migratorio excesivo de haitianos, de lo cual depende, dijo, no solo el mantenimiento de la estabilidad, la Paz y el crecimiento económico, sino también su propia existencia como nación libre y soberana.