Por: Rafael Santos
Alcalde de Nueva York se opone a deportaciones masivas, pero espera apoyo federal ante crisis migratoria
NUEVA YORK – El alcalde de la Ciudad de Nueva York, Eric Adams, expresó su desacuerdo con las deportaciones masivas anunciadas en campaña por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. No obstante, Adams espera que el nuevo Gobierno tome medidas efectivas para abordar la crisis migratoria en la frontera, permitiendo que ciudades como Nueva York no vuelvan a enfrentar situaciones similares. Esta declaración hace referencia a la llegada masiva de aproximadamente 220,000 inmigrantes en un período de dos años, un fenómeno que ha desbordado los recursos de la ciudad.
“No soy partidario de las deportaciones masivas,” afirmó el alcalde en una conferencia de prensa, aunque subrayó la importancia de proteger las fronteras nacionales para garantizar la seguridad en todo el país. Adams también mencionó que la falta de apoyo por parte del gobierno de Joe Biden ha sido un desafío considerable para Nueva York, ya que las solicitudes de ayuda federal han sido insuficientemente respondidas.
A diferencia de la Administración saliente, el alcalde neoyorquino se mostró abierto al diálogo con el próximo gobierno de Trump, con el objetivo de alcanzar un acuerdo que permita aliviar la situación en la ciudad y en otras comunidades afectadas. “Estoy dispuesto a sentarme con esta Administración, como intenté hacerlo en mis 10 viajes a Washington, y decirles: tenemos un problema que está afectando a las ciudades de una manera que se ha vuelto insostenible,” puntualizó Adams.
Un problema compartido
El alcalde también destacó que varias ciudades han experimentado un flujo significativo de inmigrantes, incluyendo aquellos que fueron enviados desde Texas por el gobernador republicano Greg Abbott, y otros que llegaron por sus propios medios. La problemática migratoria, que afecta a diversas urbes, ha resaltado la necesidad de una respuesta coordinada a nivel nacional. En este contexto, Adams subrayó que los votantes manifestaron su deseo de que la crisis en la frontera sea una prioridad para la nueva administración.
“Espero que esta Administración escuche lo que estamos diciendo y tome en cuenta algunas de las propuestas que he defendido desde hace casi dos años,” comentó Adams. No obstante, el alcalde ha reiterado su compromiso de mantener a Nueva York como una ciudad santuario, pese a su reconocimiento de que este estatus debería ser revisado en función de la actual crisis.
Nueva York y su política de santuario
Adams, un excapitán de policía, ha sido claro en su postura sobre la política de santuario, aunque se ha manifestado en favor de modificar ciertos aspectos para evitar problemas de seguridad y facilitar una mayor integración de los inmigrantes. “Nueva York es una ciudad santuario y esas leyes ya están en vigor,” señaló Adams. El alcalde considera fundamental que los inmigrantes puedan acceder a servicios básicos, como la educación y la atención médica, y que se sientan en libertad para denunciar delitos sin temor a represalias. “No quiero que regresemos a los días en que la gente se escondía en las sombras por temor a las autoridades,” añadió.
Planes de respuesta ante posibles deportaciones
Si bien la ciudad no ha desarrollado una estrategia detallada para enfrentar las posibles deportaciones masivas que podría implementar el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) bajo la nueva administración, Adams informó que el comisionado de la Oficina de Asuntos de Inmigración, Manuel Castro, ha estado colaborando con organizaciones locales para coordinar respuestas ante posibles redadas y operativos de deportación.
A medida que se aproxima el inicio del nuevo gobierno, Nueva York se prepara para enfrentar los desafíos migratorios que la nueva administración federal podría presentar. Adams concluyó su intervención expresando su deseo de que se implemente un enfoque humanitario y sensato para abordar la situación, recordando que la ciudad continuará defendiendo a sus residentes, independientemente de su estatus migratorio, y abogando por soluciones de largo plazo que beneficien tanto a los inmigrantes como a las comunidades locales.