
El gobierno del presidente Luis Abinader presentó esta semana un balance de gestión que, según sus cifras, muestra avances significativos en salud, seguridad, educación y economía. El informe, titulado «Logros Gestión del Gobierno Agosto 2020 – Agosto 2025», destaca que la esperanza de vida aumentó a 75.1 años, la mortalidad infantil disminuyó un 30.8%, y la cobertura de seguridad social creció un 110%. Además, se resalta que la tasa de homicidios cayó a 8.3 por cada 100,000 habitantes, la más baja en décadas, gracias a estrategias como «Garantía de Paz» y la incorporación de 4,000 nuevos agentes policiales. Sin embargo, mientras las autoridades celebran estos logros, en las calles y los barrios más vulnerables del país, muchos ciudadanos cuestionan si estos avances se traducen en una mejora real en su calidad de vida.
Uno de los puntos más destacados del informe es el crecimiento económico, con un PIB per cápita que aumentó un 34.16% desde 2019 y una inversión extranjera directa que superó los $4,523 millones. «El país está en su mejor momento económico», declaró Félix Reyna, director de Estrategia y Comunicación Gubernamental. Sin embargo, economistas como Mu-Kien Adrián Sang Ben advierten que, aunque las cifras macroeconómicas son positivas, la desigualdad persiste. «El crecimiento no ha sido inclusivo», señala Sang Ben, quien destaca que el 10% más rico de la población ha visto aumentar sus ingresos en un 40%, mientras que el 40% más pobre solo ha mejorado un 8%. Esto se refleja en el costo de vida, que sigue siendo un problema para la mayoría de los dominicanos, especialmente en ciudades como Santo Domingo y Santiago, donde los precios de los alimentos, el transporte y la vivienda han aumentado significativamente.
En el ámbito de la salud, el gobierno destaca que la cobertura de seguridad social creció un 110%, lo que ha permitido que más personas tengan acceso a medicamentos gratuitos y atención médica. «Ahora mi mamá recibe tratamiento para su diabetes sin tener que pagar», cuenta María Fernández, una residente de Los Mina. No obstante, en zonas rurales como Pedernales o Monte Plata, muchos aún enfrentan falta de especialistas, equipos médicos obsoletos y hospitales sin suministros básicos. «Aquí seguimos con los mismos problemas de siempre», critica Juan Pérez, un agricultor que perdió a su hermano por una apendicitis mal atendida en 2023. Esta dualidad entre el discurso oficial y la realidad en el terreno genera desconfianza entre los ciudadanos, quienes ven cómo los avances no llegan de manera equitativa a todas las regiones del país.
En seguridad, el gobierno celebra la reducción de la tasa de homicidios a 8.3 por cada 100,000 habitantes, así como la disminución de los feminicidios. «Ahora me siento más segura en mi barrio», comenta Ana Martínez, una comerciante de Villa Juana. Sin embargo, en barrios como Capotillo o Cristo Rey, los residentes señalan que, aunque los homicidios han disminuido, la delincuencia común (robos, asaltos, extorsiones) sigue siendo un problema cotidiano. «Los homicidios bajaron, pero los robos siguen igual», dice Luis Gómez, un taxista que ha sido víctima de varios asaltos en el último año. Esta percepción de inseguridad contrasta con las cifras oficiales y refleja una realidad más compleja, donde la violencia no se mide solo en términos de homicidios, sino también en la inseguridad cotidiana que afecta a los ciudadanos.
En educación, el informe destaca que 4.5 millones de niños y jóvenes se han beneficiado de programas ampliados, incluyendo robótica, inglés avanzado y educación técnica. «Mi hijo ahora tiene acceso a clases de programación», cuenta Elena Rodríguez, madre de un estudiante de Santo Domingo Este. Sin embargo, muchos profesores denuncian falta de recursos, aulas superpobladas y salarios insuficientes. «Nos piden que formemos a los estudiantes para el futuro, pero no nos dan las herramientas», se queja José Santana, un maestro de San Cristóbal. Además, en zonas rurales, muchos niños aún estudian en condiciones precarias, lo que evidencia que, aunque hay avances, la brecha educativa sigue siendo un desafío pendiente.