Primer informe de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores urge acelerar destituciones por delitos de pedofilia
El Vaticano ha publicado el primer Informe Anual de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores, organismo fundado en 2014 por el papa Francisco como parte de su esfuerzo por erradicar los abusos dentro de la Iglesia. Este informe, titulado “Políticas y Procedimientos de Tutela en la Iglesia”, analiza las medidas de protección y la gestión de denuncias en diversos países, instituciones y congregaciones religiosas, destacando la urgencia de dar mayor acceso a las víctimas y mejorar la transparencia en los procedimientos eclesiásticos.
Evaluación de políticas en veinte países e instituciones religiosas
El informe, que abarca veinte países y diferentes instituciones religiosas, revela la necesidad de dar a las víctimas acceso expedito a la información relevante para afrontar el problema de la opacidad en los casos de abuso. Con 50 páginas y cuatro secciones, el documento destaca la importancia de promover la claridad y eficiencia en los procesos, solicitando a la Curia Romana que mejore la transparencia de sus procedimientos.
Recomendaciones sobre procesos y compensación a víctimas
En su primera evaluación, la Comisión analiza países cuyos obispados han visitado Roma en 2023 en la llamada visita ‘ad limina’, incluyendo los de Colombia y México. Una de las principales recomendaciones se centra en agilizar los procesos de destitución de sacerdotes involucrados en abusos. Además, la Comisión sugiere estudiar políticas de indemnización para las víctimas como una medida necesaria y apunta que “cada ciudadano tiene derecho a la información que le afecte directamente”.
El informe también pide clarificar las competencias de cada “ministerio” de la Curia Romana para asegurar una gestión rápida y rigurosa en los casos de abuso que lleguen a la Santa Sede. Para las víctimas y supervivientes, los procesos civiles y canónicos resultan ser lentos y, en algunos casos, incluso pueden prolongar el trauma, por lo que se recalca que la justicia debe ser un proceso ágil y reparador.
Símbolo de resiliencia y compromiso en la portada
Presidido por Maud de Boer-Buquicchio, defensora internacional de los derechos de los menores, el grupo de trabajo responsable del informe ha simbolizado la portada del documento con un baobab, árbol que representa la resiliencia. Este símbolo rinde homenaje a las víctimas, quienes con valentía han denunciado los abusos, buscando un cambio estructural que permita hacer de la Iglesia un lugar seguro y confiable nuevamente. La Comisión subraya que su misión es convertir este documento en un modelo de referencia que inspire a la Iglesia y a las comunidades a seguir avanzando en la protección de los menores y en la restauración de la confianza en la institución.
Por: Rafael Santos