
El Papa Francisco, de 88 años, ha mostrado una «mejoría gradual y leve» en su estado de salud mientras recibe tratamiento para una neumonía doble, según un comunicado del Vaticano emitido el sábado. A pesar de esta mejoría, los médicos mantienen un pronóstico reservado, indicando que aún no está fuera de peligro.
Francisco, quien ha enfrentado problemas respiratorios crónicos y una cirugía pulmonar en su juventud, ha permanecido estable sin fiebre y con buenos niveles de oxígeno en sangre durante varios días. Los médicos han destacado que esta estabilidad refleja una buena respuesta al tratamiento.
El Papa ha continuado con sus actividades diarias, alternando entre trabajo y descanso en el hospital Gemelli de Roma, donde inició su cuarta semana de hospitalización. Su condición se ha estabilizado tras algunos episodios de crisis respiratorias la semana pasada.
En su ausencia, el Vaticano ha mantenido sus actividades cotidianas. El cardenal Pietro Parolin celebró una misa para un grupo antiabortista en la Basílica de San Pedro, transmitiendo un mensaje del Papa sobre la protección de la vida desde la concepción hasta la muerte natural.
El cardenal Michael Czerny, cercano al Papa, presidió la recitación nocturna de oraciones por Francisco y celebró la Misa del Año Santo para voluntarios el domingo.
Francisco ha estado utilizando altos flujos de oxígeno suplementario durante el día y una máscara de ventilación mecánica no invasiva por la noche para ayudarlo a respirar.