
La rivalidad entre los Yankees y los Medias Rojas es una de las más intensas en el béisbol, llena de momentos épicos y figuras legendarias. Pero el 2 de octubre de 2025, un nombre nuevo se añadió a esa lista: Cam Schlittler, el novato de 23 años que con una actuación para el recuerdo eliminó a Boston de los playoffs y revivió el orgullo yankee en una noche mágica en el Bronx.
Todo comenzó con un fastball de 97 millas que el primer bateador de Boston, Trevor Story, no pudo conectar. Desde ese momento, quedó claro que Schlittler no era un lanzador cualquiera. Con una mezcla de sliders que se rompían en el último momento y cambios de velocidad que descolocaban a los bateadores, dominó a una alineación que había sido una de las más productivas de la temporada regular. «No tenía un plan complicado», confesó después del juego. «Solo quería lanzar strikes y dejar que mis compañeros hicieran el resto». Pero su modestia contrastaba con la maestría con la que desarmó a bateadores como Rafael Devers y J.D. Martínez, quienes no lograron conectar un solo hit en sus tres turnos al bate contra él.
El momento más dramático llegó en el séptimo inning, cuando Triston Casas conectó un línea que parecía destinada a ser el primer hit de Boston. Pero el tercera base Oswald Peraza hizo una atrapada espectacular, saltando hacia su izquierda para atrapar la pelota antes de que cayera en el jardín izquierdo. «En ese momento supe que era nuestra noche», dijo Peraza después del juego. Schlittler, por su parte, ni siquiera cambió su expresión. Simplemente asintió, se ajustó el guante y siguió con su trabajo, como si estuviera lanzando en un partido de primavera y no en un duelo de eliminación en octubre.
Mientras Schlittler desfilaba por el montículo, la ofensiva yankee hizo su parte en la cuarta entrada. El equipo explotó contra el zurdo Connelly Earley. Amed Rosario, quien había tenido una temporada regular irregular, conectó un sencillo que trajo la primera carrera. Anthony Volpe siguió con otro imparable productor, y un error del inicialista Nate Lowe permitió anotar dos carreras más. Cuatro carreras que, con la joya de Schlittler, resultaron más que suficientes para sellar la victoria y eliminar a Boston, algo que los Yankees no lograban en postemporada desde 2003, cuando Aaron Boone conectó aquel jonrón histórico en el Juego 7 de la Serie de Campeonato.
La actuación de Schlittler no solo fue histórica por los números, sino porque lo colocó en un selecto grupo de lanzadores que han brillado en su debut de playoffs. El último en lograr algo similar había sido el cubano Liván Hernández, quien en 1997 ponchó a 15 bateadores con los Marlins de Florida. «No me comparo con nadie», dijo Schlittler con humildad. «Solo quería ayudar a mi equipo a ganar». Pero sus compañeros no dudaron en alabarlo. «Este chico tiene un futuro brillante», dijo el receptor Jose Trevino. «La forma en que maneja la presión es increíble».
Ahora, los Yankees avanzan a la Serie Divisional, donde se enfrentarán a los Azulejos de Toronto. Mientras los canadienses preparan a sus as Kevin Gausman y Shane Bieber, Nueva York debe decidir si confía en Max Fried (que no llegaría con su descanso completo) o le da la pelota al dominicano Luis Gil, quien no estuvo en el roster de la serie contra Boston. Pero más allá de esas decisiones tácticas, lo que quedó claro es que Cam Schlittler ya no es un secreto. En una noche en la que el Yankee Stadium recuperó el rugido de los grandes momentos, el novato demostró que está listo para ser parte de la próxima generación de estrellas en el Bronx.