Huawei ha encontrado una estrategia sólida para superar los desafíos derivados del bloqueo comercial impuesto por Estados Unidos hace cinco años. Ante el veto de Google, que limitó su acceso a servicios y actualizaciones de Android, la compañía se ha reinventado, diversificando su enfoque hacia áreas como ordenadores, wearables y tecnologías emergentes. Este proceso ha sido liderado por la innovación, con un fuerte enfoque en software, y ha resultado en el desarrollo de su propio sistema operativo, HarmonyOS Next, que promete desligarse por completo de Android.
Huawei y el camino hacia HarmonyOS Next
Cuando en 2019 se impuso el veto de Google, muchos pensaron que Huawei quedaría rezagada en la industria móvil. Sin embargo, lejos de hundirse, la empresa ha seguido avanzando a paso firme. El desarrollo de HarmonyOS fue un primer paso hacia la independencia de Android, aunque inicialmente seguía basado en este último. Ahora, con el próximo lanzamiento de HarmonyOS Next, Huawei pretende dar un paso definitivo hacia un sistema operativo completamente propio, que se distancie de Android y Linux, y que incorpore un kernel y un SDK (kit de desarrollo de software) propios.
El núcleo de esta nueva fase será la interconexión entre dispositivos Huawei, creando un ecosistema que funcione de manera eficiente tanto a nivel local como en la nube. En China, HarmonyOS Next liderará este movimiento, mientras que en Europa la empresa ha establecido una alianza con Aurora Store, una plataforma de código abierto que permitirá a los usuarios acceder a aplicaciones de Google Play, manteniendo la funcionalidad necesaria para sus dispositivos fuera del mercado chino.
TruSense: Innovación en salud y bienestar
Además de su apuesta por el software, Huawei ha hecho grandes avances en el ámbito de la salud con TruSense, una tecnología que combina sensores y algoritmos avanzados para proporcionar análisis exhaustivos y precisos sobre la salud y el bienestar de los usuarios. Este sistema permite la monitorización de más de 60 indicadores relacionados con la actividad física y la salud, cubriendo sistemas como el circulatorio, respiratorio, nervioso y endocrino, entre otros.
Un aspecto clave de TruSense es su capacidad para proporcionar datos precisos y rápidos, incluso en condiciones que podrían distorsionar las mediciones, como la variación en el tono de piel o el tamaño de la muñeca. Huawei ha desarrollado nuevas tecnologías, como la arquitectura de trayectoria óptica y el oscurecimiento del cristal, que mejoran la precisión de métricas como la frecuencia cardíaca y la saturación de oxígeno en sangre. Estas innovaciones han sido certificadas por organismos independientes, lo que refuerza la fiabilidad de los datos proporcionados por los dispositivos Huawei.
Un ejemplo del uso avanzado de TruSense es la integración de datos sobre el ciclo menstrual con mediciones de temperatura y ritmo cardíaco para estimar con mayor precisión los periodos fértiles de las usuarias. De igual modo, la combinación de la frecuencia cardíaca con datos del sistema nervioso permite que un algoritmo determine el nivel de bienestar y estrés del usuario.
Un futuro independiente
El éxito de Huawei no solo radica en su capacidad para adaptarse al mercado chino, sino también en su enfoque en la diversificación y en el fortalecimiento de áreas estratégicas. La compañía ha logrado establecer más de 150 alianzas con socios en sectores como el fitness, la alimentación y la salud, y continúa abriendo sus plataformas para permitir una mayor interoperabilidad entre dispositivos y servicios de terceros. Esto asegura que los usuarios no solo tengan acceso a la información más precisa sobre su salud, sino también la posibilidad de intercambiar datos de manera fluida entre distintos sistemas.
Huawei ha demostrado que la innovación es la clave para mantenerse competitivo en un entorno global cada vez más complejo. Con el lanzamiento inminente de HarmonyOS Next y la evolución de tecnologías como TruSense, la empresa sigue consolidándose como un jugador importante en sectores estratégicos del futuro.
Por: Rafael Santos