SANTO DOMINGO.- Debido al déficit fiscal del 5%, un endeudamiento del 60% del PIB y una baja inversión pública por falta de liquidez, reconocidos economistas consideraron que la realidad demanda recaudar más, pero sin afectar el empleo, la inversión y la producción, al ejecutar una reforma tributaria como proyecta el gobierno.
Jaime Aristy Escuder, Magín J. Díaz y Juan Ariel Jiménez plantearon varias soluciones para evitar que la reforma se convierta en una distorsión, durante un conversatorio-panel realizado en la sede de la Asociación de Industrias de la República Dominicana.
Aristy Escuder, exadministrador de la Central Termoeléctrica Punta Catalina, citó la insuficiencia de la actual presión tributaria del 14%, que no permite cubrir de manera adecuada las necesidades de gasto social del país.
Consideró posible aumentar las recaudaciones en un 3% o 4% del PIB sin necesidad de tocar las tasas impositivas y estimó crucial “mejorar la calidad del gasto público, cerrar el déficit en el sector eléctrico, que representa un agujero de 1,500 millones de dólares anuales, y reducir la evasión tributaria».
DÉFICIT FISCAL
Magín J. Díaz, exdirector general de Impuestos Internos, se refirió al déficit fiscal estructural que enfrenta el gobierno, el cual asciende a 350,000 millones de pesos anuales, equivalente a un 5% del PIB.
Explicó que, aunque las recaudaciones se han estancado en niveles similares a los de 2019, el gobierno necesita aumentar sus ingresos, sin agravar la carga tributaria sobre los contribuyentes.
«La solución será dolorosa porque existen muchas distorsiones en la economía y en el sistema tributario que deben corregirse, pero es fundamental que cualquier reforma sea equilibrada», advirtió.
Juan Ariel Jiménez, exministro de Economía, Planificación y Desarrollo, coincidió en la necesidad de recaudar más, pero cuestionó cuál es exactamente el objetivo de la reforma tributaria que se quiere implementar.