Por: Rafael Santos
Peanut, la ardilla famosa en redes sociales, ha sido el centro de un acalorado debate luego de que las autoridades del estado de Nueva York decidieran aplicarle la eutanasia, alegando riesgo de rabia. Mark Longo, dueño de Peanut, ha anunciado que presentará una demanda contra el Departamento de Conservación Ambiental de Nueva York, argumentando que su mascota fue incautada y sacrificada injustamente y que incluso pudo haber sido decapitada para realizar pruebas de rabia, según el informe del New York Post.
La historia de Peanut, también conocido en las redes como “P’Nut”, resonó con fuerza entre sus seguidores en Instagram, TikTok y Facebook, donde la ardilla compartía protagonismo con otro animal, Fred, un mapache también sometido a pruebas de rabia y que corrió la misma suerte. Ambos animales convivían con humanos en Pine County, lo que, según el Departamento de Conservación Ambiental de Nueva York, elevaba el riesgo de transmisión de enfermedades como la rabia.
Este incidente generó una oleada de indignación en redes sociales, donde Peanut era seguido por miles de personas. La decisión de las autoridades estatales fue duramente criticada, considerándose una medida extrema y poco justificable por los usuarios que seguían fielmente las publicaciones de la ardilla en su cuenta. De inmediato, “Peanut the squirrel” se convirtió en tema tendencia en redes de Estados Unidos, donde numerosos mensajes de protesta y apoyo a su dueño inundaron las plataformas.
Mark Longo, notablemente afectado, compartió su dolor a través de un emotivo video en Instagram, donde expresó su tristeza por la pérdida de su mascota y agradeció a Peanut por “haberle dado los mejores siete años de su vida”. A lo largo de su declaración, Longo manifestó que habría hecho todo lo posible para proteger a Peanut y se mostró devastado por no haber logrado evitar el trágico desenlace.
La controversia en torno a la eutanasia de Peanut ha reavivado el debate sobre la tenencia de animales silvestres y las normativas estatales relacionadas con la salud pública. Mientras algunos defienden la decisión como una medida preventiva de protección, otros consideran que el vínculo entre Longo y Peanut debería haber sido suficiente para que se buscara una solución alternativa que preservara la vida del animal.