
El atardecer en Punta Cana pintaba el cielo de tonos dorados y anaranjados mientras, dentro del Centro de Convenciones, el presidente Luis Abinader cerraba con broche de oro el World Governments Summit-LAC Dialogue, un evento que marcó un punto de inflexión en la historia moderna de República Dominicana. No se trataba solo de otra cumbre internacional, sino del momento en que el país dejó atrás su imagen de simple destino turístico para consolidarse como un jugador clave en la geopolítica y la economía global. «Hoy demostramos que República Dominicana no es solo playas y resorts, sino un país con la capacidad de liderar conversaciones que moldearán el futuro de la región», declaró Abinader, mientras los asistentes, entre ellos ministros, CEO de multinacionales y líderes de pensamiento, asintieron con aprobación.
El evento, que reunió a más de 500 participantes de 40 países, fue mucho más que un foro de discusión: fue una vitrina del nuevo rostro de República Dominicana. Durante tres días, se firmaron acuerdos por más de USD 1,200 millones en sectores como logística, energías renovables y tecnología, se anunciaron alianzas estratégicas con países como los Emiratos Árabes Unidos y Singapur, y se presentó al país como un hub ideal para el nearshoring y la relocalización de cadenas de suministro. «Este no es el final, es el comienzo de una nueva era para nuestro país», afirmó el presidente, mientras destacaba cómo la infraestructura moderna, la estabilidad política y la ubicación geográfica privilegiada han convertido a República Dominicana en un imán para la inversión.
Uno de los momentos más significativos fue la firma de un memorando de entendimiento entre el gobierno dominicano y el World Governments Summit, que establece a Punta Cana como sede permanente de los diálogos regionales del foro. «Esto no es solo un reconocimiento a nuestra capacidad organizativa, es un voto de confianza en nuestro futuro», explicó Abinader, mientras el director general del WGS, Mohammed Alsharhan, elogiaba la visión de largo plazo del gobierno dominicano. «República Dominicana ha demostrado que puede ser un socio confiable para el diálogo y la cooperación internacional», declaró Alsharhan, mientras anunciaba que el próximo encuentro regional se realizará en 2027, con un enfoque en innovación y resiliencia climática.
Pero más allá de los acuerdos y las cifras, lo que realmente impresionó a los asistentes fue el enfoque integral que presentó Abinader. No se limitó a hablar de economía o logística, sino que también destacó el papel de República Dominicana como puente cultural entre América Latina y el Medio Oriente. «Tenemos la oportunidad de ser un facilitador de diálogos, un espacio donde Occidente y Oriente puedan encontrar puntos de encuentro», propuso, mientras recordaba los lazos históricos entre el país y la región árabe. Esta visión fue especialmente bien recibida por la delegación de los Emiratos Árabes Unidos, que anunció una inversión de USD 760 millones en la expansión del puerto de Caucedo y su parque de zonas francas, así como nuevos proyectos en energías renovables y turismo de lujo.
El presidente también aprovechó la ocasión para destacar cómo su gobierno ha trabajado para modernizar la infraestructura del país, no solo en términos de puertos y aeropuertos, sino también en conectividad digital y energética. «Hemos invertido en fibra óptica, en energías limpias y en la formación de talento humano para que República Dominicana no solo sea un destino, sino un socio estratégico», afirmó, mientras presentaba datos sobre el crecimiento del nearshoring en el país. Este enfoque ha sido clave para atraer a empresas multinacionales en sectores como manufactura avanzada, tecnología y servicios, que ven en República Dominicana un lugar ideal para relocalizar sus operaciones cerca de los mercados clave de América del Norte.
El cierre del evento fue un llamado a la acción para la región. Abinader instó a los países latinoamericanos a trabajar unidos para enfrentar desafíos comunes como el cambio climático, la migración y la seguridad alimentaria. «No podemos resolver estos problemas solos, pero juntos, como región, podemos encontrar soluciones innovadoras», declaró, mientras anunciaba la creación de un fondo regional para resiliencia climática, que contará con el apoyo de los Emiratos Árabes Unidos. Esta iniciativa fue recibida con entusiasmo, ya que muchos países del Caribe y Centroamérica enfrentan desafíos similares y ven en la cooperación una forma de amplificar su voz en los foros internacionales.