
China ha intensificado sus restricciones a las exportaciones de tierras raras, un recurso estratégico en la industria tecnológica, como parte de su estrategia para aumentar su influencia global. Sin embargo, Taiwán, el mayor productor de semiconductores del mundo, ha logrado evitar el impacto directo de estas medidas gracias a su independencia en la cadena de suministro de minerales críticos. El ministro de Economía de Taiwán aseguró que las nuevas restricciones chinas no tendrán un efecto significativo en su industria, ya que los materiales esenciales para la fabricación de chips provienen de Europa, Estados Unidos y Japón, y no de China.
Las tierras raras son esenciales en la producción de tecnologías avanzadas, desde smartphones hasta vehículos eléctricos. China, que domina más del 80% de la producción global de estos minerales, ha utilizado su control como una herramienta de presión geopolítica. La semana pasada, el gobierno chino amplió las restricciones a cinco minerales adicionales y estableció nuevos controles para productos que contengan incluso un 0.1% de materiales chinos, lo que obliga a las empresas a obtener licencias especiales para exportar.
Aunque TSMC, el gigante taiwanés de semiconductores y aliado clave de Occidente, no se verá afectado directamente por estas restricciones, el ministro de Economía de Taiwán advirtió que podrían generar retrasos indirectos en las cadenas de suministro globales. Esto se debe a que algunos equipos avanzados, como los escáneres UV utilizados en la producción de chips, requieren imanes de tierras raras que podrían verse afectados por las nuevas regulaciones chinas.
Este conflicto forma parte de una guerra comercial y tecnológica entre China y Estados Unidos, que ha llevado a un aumento de las tensiones en los últimos años. En respuesta a las restricciones chinas, el gobierno de Donald Trump impuso aranceles del 100% sobre las importaciones chinas, escalando el conflicto. Se espera que Trump y Xi Jinping se reúnan en Corea del Sur a finales de octubre para discutir estos temas y buscar una solución negociada que evite un mayor deterioro en las relaciones comerciales globales.