En respuesta a las demandas de Israel para que la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL) se retire de las áreas cercanas a la frontera con Líbano, Jean-Pierre Lacroix, jefe de las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU, afirmó que las tropas de la FINUL permanecerán en sus posiciones a lo largo de la “Línea Azul”, a pesar de la intensificación de los combates entre Israel y Hezbolá, que ha dejado cinco miembros de la FINUL heridos.
Lacroix comunicó que “la decisión de que la FINUL permanezca en todas sus posiciones sigue vigente” y fue confirmada por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. Esta declaración se produce en medio de las tensiones en la región y los recientes ataques contra las instalaciones de la FINUL, que han sido acusadas de ser blanco de disparos israelíes.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reiteró el pedido de Israel para que la FINUL se retire de las zonas cercanas a la frontera, insistiendo en que es “completamente falso” que las fuerzas israelíes hayan atacado a los cascos azules. Sin embargo, la FINUL ha señalado que el Ejército israelí ha disparado “repetidamente” contra sus instalaciones.
Netanyahu también acusó a Hezbolá de usar las posiciones de la FINUL como escudo para llevar a cabo sus ataques contra Israel. A raíz de esto, el Consejo de Seguridad de la ONU expresó su “gran preocupación” por los ataques a las posiciones de la FINUL y, por primera vez de manera unánime, instó a todas las partes a respetar la seguridad del personal de la ONU.
La FINUL fue establecida en 2000, estableciendo la Línea Azul como una franja de 120 kilómetros en el sur de Líbano para asegurar la retirada total de las fuerzas israelíes. De acuerdo con la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad, en el sur de Líbano deben operar únicamente los alrededor de 9,500 efectivos de la FINUL y el Ejército libanés.
Por: Rafael Santos