Por: Rafael Santos
En menos de un mes, la Oficina del Médico Forense de Nueva York (OCME) ha determinado dos casos de homicidio infantil por desnutrición, una realidad que ha sacudido a la ciudad. El último caso involucra a Joseph Heben Jr., un recién nacido de solo un mes que falleció en Staten Island en julio. Tras una investigación, la OCME dictaminó que la causa de su muerte fue “complicaciones de desnutrición severa”, y se clasificó como homicidio.
Este trágico desenlace sigue al caso de Jahmeik Modlin, un niño de cuatro años en Harlem que murió el 13 de octubre pesando apenas 19 libras. Sus padres fueron arrestados y sus tres hermanos también fueron diagnosticados con desnutrición, generando una preocupación creciente sobre la protección infantil en Nueva York. Sin embargo, en el caso de Heben Jr., aún no se han realizado detenciones, aunque la investigación sigue abierta.
Los vecinos de la familia de Heben Jr. expresaron su sorpresa ante la noticia, afirmando que no sabían que los padres tuvieran un bebé. Según declaraciones, aunque había una hija mayor que parecía estar bien cuidada, el nacimiento de Joseph pasó desapercibido para muchos. Un excompañero de trabajo del padre mencionó que perdió su empleo debido a una investigación en curso relacionada con la muerte de su hijo.
Los casos de violencia doméstica y abuso infantil en Nueva York han tenido un aumento preocupante. Las estadísticas indican que cada día se reportan alrededor de 747 incidentes de violencia doméstica, desde agresiones hasta abuso infantil, y aproximadamente 65 homicidios al año. Recientemente, varios casos han conmocionado a la ciudad: desde el asesinato de un niño latino de seis años en Connecticut, golpeado con un bate de béisbol por su padrastro, hasta la muerte de un niño de diez años con necesidades especiales encontrado sin vida en un apartamento de El Bronx. Estas tragedias reflejan una profunda crisis de violencia que afecta incluso a los más vulnerables.
El sistema de protección infantil de Nueva York, representado por la Administración de Servicios para Niños (ACS), también enfrenta críticas por casos donde se han producido negligencias, lo que ha permitido que varios menores sigan siendo víctimas de abusos. Entre estos casos destaca el de Zymere Perkins, un niño de seis años que falleció en 2016 debido a torturas y maltratos, y el de Nixzmary Brown, quien murió en 2006 después de ser golpeada y dejada sin alimentos por su padrastro en Brooklyn.
Las autoridades han implementado líneas de ayuda y recursos de asistencia, instando a la ciudadanía a denunciar cualquier caso de maltrato infantil o violencia doméstica. Los ciudadanos pueden comunicarse al 911, 988 o al número 1-800-942-6906, enviar mensajes de texto con la palabra “WELL” al 65173, o visitar sitios web de apoyo como https://nycwell.cityofnewyork.us/es/ y www.988lineadevida.org. Estos recursos buscan ofrecer un soporte inmediato y orientación en casos de emergencia para proteger a los menores y ancianos de cualquier tipo de abuso.
El panorama exige un análisis profundo y la implementación de políticas efectivas que aseguren la protección de la infancia en la ciudad de Nueva York. La tragedia de Joseph Heben Jr., junto con otros incidentes recientes, plantea una urgente necesidad de reforzar la intervención y el monitoreo en los hogares, con el objetivo de prevenir más tragedias y garantizar que todos los menores crezcan en un ambiente seguro y saludable.