Un frágil alto el fuego entre Irán e Israel se mantuvo el martes, a pesar de algunos incidentes iniciales que pusieron en duda su estabilidad. El presidente estadounidense, Donald Trump, expresó su frustración con ambas partes, señalando que han estado en conflicto durante tanto tiempo que parecen no saber lo que están haciendo. Trump aseguró que un alto el fuego estaba en vigor, aunque tanto Irán como Israel han sido acusados de violaciones menores.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró que Israel había logrado sus objetivos en la guerra, incluyendo la destrucción de instalaciones nucleares en Natanz e Isfahan, así como el reactor de agua pesada de Arak. «Durante decenas de años, les prometí que Irán no tendría armas nucleares y, de hecho, llevamos a la ruina el programa nuclear de Irán», afirmó Netanyahu en una declaración televisada.
Horas después de que se supiera que el alto el fuego estaba en vigor, Israel acusó a Irán de lanzar misiles en su espacio aéreo. El ministro de finanzas israelí prometió que «Teherán temblará», aunque más tarde se confirmó que el acuerdo se había salvado. Trump insistió en su publicación en Truth Social que «ISRAEL no va a atacar a Irán. Todos los aviones darán la vuelta y regresarán a casa, mientras hacen un amistoso ‘Saludo’ a Irán. Nadie resultará herido, ¡el alto el fuego está en vigor!».
El conflicto, que ha durado doce días, comenzó con Israel atacando sitios nucleares y militares iraníes, alegando que no podía permitir que Teherán desarrollara armas atómicas. Irán ha sostenido durante mucho tiempo que su programa nuclear es pacífico. La guerra ha dejado al menos 28 personas muertas y más de 1,000 heridas en Israel, mientras que los ataques israelíes en Irán han matado al menos a 974 personas y herido a otras 3,458, según el grupo Human Rights Activists.
Estados Unidos ha evacuado a unos 250 ciudadanos estadounidenses y sus familiares inmediatos de Israel mediante vuelos gubernamentales, militares y chárter. Se cree que hay aproximadamente 700,000 ciudadanos estadounidenses, la mayoría de ellos con doble nacionalidad estadounidense-israelí, en Israel. La situación sigue siendo tensa, con ataques de drones en bases militares en Irak y daños en edificios residenciales en Israel.
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