Los domínico-estadounidenses son una de las poblaciones de más rápido crecimiento en los EE. UU. A principios del milenio, había solo 800,000 personas de ascendencia dominicana viviendo en los EE. UU. Hoy en día, hay 2.4 millones, lo que representa un aumento del 204% desde el año 2000. Además, en 2023, los dominicanos representaban el 4% de todos los ciudadanos estadounidenses recién naturalizados.
El poder político y la voz de nuestra diáspora siguen creciendo, y mi presencia como congresista de los Estados Unidos es un testimonio de este hecho.
Debido a la gran presencia de la diáspora dominicana en los Estados Unidos, la vida cotidiana y las luchas de la gente en la República Dominicana son de suma importancia para millones de estadounidenses. Esto es especialmente cierto para mis constituyentes en la ciudad de Nueva York. De hecho, el Distrito Congresual 13 de Nueva York, que represento en el Congreso, representa más del 9% de toda la población dominicana en los Estados Unidos: la más grande de cualquier distrito congresual.
Como miembro del poderoso Comité de Asignaciones Presupuestarias (Appropriations Committee) de la Cámara de Representantes, estoy orgulloso de seguir logrando financiamiento directo para la República Dominicana y la diáspora dominicana en la legislación de financiamiento anual del Congreso. En marzo de 2024, el Congreso aprobó su último proyecto de ley de financiación para el año fiscal 2024. Gracias a mi trabajo —junto con el apoyo del congresista Mario Díaz-Balart (R-FL) y los senadores Tim Kaine (D-VA) y Marco Rubio (R-FL)— la ley de financiamiento que aprobamos representa una victoria histórica para la República Dominicana y, por extensión, para su diáspora, con decenas de millones de dólares en nuevos fondos que ayudarán a reducir el crimen, mejorar la atención médica y la educación y satisfacer las necesidades del común de los dominicanos.
Cada año, la República Dominicana es el principal receptor de fondos de la Iniciativa de Seguridad de la Cuenca del Caribe (CBSI) del Departamento de Estado, un programa altamente eficaz para combatir el crimen y el tráfico de drogas en todo el Caribe que ha proporcionado a la República Dominicana alrededor de $20 millones de dólares en financiamiento anual en los últimos años. Para 2024, el Congreso aseguró $88 millones de dólares en fondos para 2024 para la CBSI. Esto no solo representa un aumento de $6 millones con respecto al año pasado, sino que, gracias a mis esfuerzos, la nueva ley de gastos también incluye lenguaje que dirige específicamente todo este aumento de $6 millones hacia la República Dominicana, elevando el financiamiento total estimado de la CSBI para el país en 2024 a unos $26 millones de dólares.
En años anteriores, la financiación de la CBSI se destinó a la República Dominicana para operaciones antidrogas, mejorando la contratación, capacitación y preparación de la policía dominicana, así como esfuerzos para asegurar la frontera de la República Dominicana con Haití. El muy merecido aumento de fondos de la CBSI de este año continuará el legado del programa, ayudará con el éxito en la lucha contra el narcotráfico del país y resultará vital para mantener a los dominicanos seguros a la luz del aumento de la violencia de las pandillas en Haití.
Sin duda, la actual situación en Haití también ha puesto a prueba a los hospitales dominicanos, con la atención de maternidad en la República Dominicana sintiendo una presión única a causa del deterioro de la infraestructura sanitaria de Haití. Debido a que Haití tiene la tasa de mortalidad materna más alta de cualquier país del hemisferio occidental, miles de madres haitianas cada año se embarcan en un peligroso viaje a través de la frontera de la República Dominicana para dar a luz. De hecho, en enero de 2024, el 35% de todas las madres que dieron a luz en hospitales dominicanos eran de ascendencia haitiana, lo que generó mayores costos de atención médica y menos camas de hospital en la República Dominicana.
En respuesta a esta situación, trabajé para incluir con éxito $15 millones de dólares en nuevos fondos estadounidenses para la construcción y operación de centros de salud materna y neonatal en Haití, lo que reducirá la presión sobre los hospitales de la República Dominicana y proporcionará salas de parto de alta necesidad para las madres haitiana en su país de origen. Estas nuevas unidades de maternidad también asestarán un golpe a las pandillas haitianas que actualmente obtienen ganancias traficando mujeres embarazadas a través de la frontera domínico-haitiana.
La ley de gastos del Congreso para 2024 también destina $19 millones de dólares de fondos de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) a programas de asistencia para el desarrollo en la República Dominicana, un aumento de $2 millones con respecto al año pasado. En los últimos años, USAID ha capacitado a más de 2,000 maestros en la República Dominicana sobre mejores prácticas para mejorar las tasas de alfabetización, proporcionó 650,000 libros de materias de primaria y otros materiales de enseñanza y aprendizaje a 3,888 aulas y desempeñó un papel directo en la concesión de becas universitarias para jóvenes dominicanos. Más allá de la educación, USAID ha trabajado habitualmente con el Gobierno dominicano y las instituciones de la sociedad civil para ayudar a miles y miles de dominicanos a acceder a abogados y servicios legales de forma rápida y sin costo. USAID también ha sido de gran ayuda para la atención médica en la isla, ya que en 2023, USAID apoyó las pruebas de VIH para aproximadamente 94,000 personas en la República Dominicana y proporcionó servicios de tratamiento del VIH que salvaron vidas a aproximadamente 23,000 personas. Este aumento en el financiamiento para la asistencia de USAID en la isla es sin duda una victoria para todos.
Finalmente, para abordar algunos de los problemas recientes relacionados con la alerta de viaje emitida por el Departamento de Estado en abril de 2023 para la República Dominicana, que desde entonces fue rescindida, la ley de financiación del Congreso para 2024 también contiene un texto clave en el informe que instruye al Departamento de Estado de EE. UU. a desarrollar nuevas reglas para justificar la emisión de alertas de viaje para otros países. También hay lenguaje en el informe para garantizar que la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional de Estados Unidos (una agencia estadounidense clave de miles de millones de dólares que proporciona capital para crear empleos en el Caribe) dé prioridad al financiamiento de proyectos portuarios, de infraestructura y de nearshoring para ayudar a los países que son miembros de la Alianza para el Desarrollo en Democracia (ADD), como la República Dominicana. Esto llevará a un inmenso crecimiento económico para la República Dominicana a medida que trasladamos empleos desde China al hemisferio occidental y construimos la infraestructura de la región.
Estoy orgulloso de lograr este financiamiento histórico con apoyo bipartidista, ya que el paquete de financiamiento de este año 2024 afirma una vez más el compromiso de los Estados Unidos con una asociación sólida entre nuestras naciones y al mismo tiempo eleva a las familias dominicanas y a nuestra maravillosa diáspora. Sin embargo, el trabajo no termina aquí, y el Congreso nunca debe dejar de luchar para hacer más para asegurar un futuro próspero para el aliado caribeño clave de Estados Unidos, y para expiar los errores del pasado de Estados Unidos en la región.
Es por eso que he introducido una amplia gama de proyectos de ley dedicados a ayudar a la diáspora dominicana y a elevar el Caribe. Entre estos proyectos de ley se encuentra mi “Ley de Seguridad Energética de Las Américas”, que crearía $500 millones de dólares en fondos estadounidenses para reducir los precios de la energía y mejorar las redes eléctricas en las naciones del Caribe, así como la “Ley de la Comisión de las Ocupaciones Norteamericanas”, que crearía una comisión estadounidense dedicada a elaborar una disculpa por las dos ocupaciones ilegales anteriores de Estados Unidos en la República Dominicana.
Incluso más recientemente, introduje la “Ley de las Américas”, un proyecto de ley de comercio, bipartidista y transformador, que fortalecería el CAFTA-DR y al mismo tiempo facilitaría el nearshoring de empleos de China a América Latina y el Caribe. Además, en reconocimiento del hecho de que los textiles y los equipos médicos son dos de las principales exportaciones de la República Dominicana a los EE. UU. cada año, la Ley de las Américas reservaría mil millones de dólares en subvenciones totalmente financiadas para la creación de empleos en estos dos sectores de nuestros aliados más cercanos en el hemisferio occidental.
Al impulsar políticas que promuevan el crecimiento económico, el acceso a la atención médica y el desarrollo de infraestructura, podemos garantizar un futuro mejor para todos los que llaman hogar a la República Dominicana, los Estados Unidos y el hemisferio occidental.
Estoy orgulloso de ser el primer domínico-estadounidense en ser miembro del Congreso de los Estados Unidos y de ser parte de nuestra creciente diáspora, una diáspora que contribuye al vibrante tejido cultural de los Estados Unidos y desempeña un papel importante en la prosperidad de nuestro hemisferio. La profunda asociación de Estados Unidos con la República Dominicana sigue siendo de suma importancia para la seguridad y el éxito económico de nuestras dos naciones. Mientras celebramos los logros del proyecto de ley de financiación para 2024, mantengo mi compromiso de que el Congreso permanezca atento para abordar las necesidades cambiantes de la diáspora dominicana a fin de garantizar un futuro próspero y brillante para nuestras dos grandes naciones.
El autor es miembro del Congreso de EE. UU.
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