
Ginebra, 22 de septiembre de 2025 — Un informe demoledor de la ONU, que será presentado hoy, revela el infierno que viven los detenidos en los centros de tortura del SEBIN y la DGCIM en Venezuela. El documento, basado en testimonios de víctimas, familiares y exfuncionarios, describe un patrón de abusos sistemáticos que incluye torturas físicas y psicológicas, desapariciones forzadas y asesinatos extrajudiciales, todos ellos avalados por el Estado.
Entre los casos más escalofriantes documentados por la ONU destacan:
- Torturas con electricidad: Aplicación de descargas en partes sensibles del cuerpo.
- Asfixia y ahogamiento simulado: Víctimas relatan haber sido sumergidas en agua o asfixiadas con bolsas plásticas.
- Aislamiento extremo: Detenidos mantenidos en celdas sin luz ni ventilación durante semanas.
- Amenazas a familiares: Presión psicológica mediante amenazas de violencia contra seres queridos.
El informe no solo detalla los métodos de tortura, sino que señala con nombre y apellido a los responsables: altos mandos del gobierno de Nicolás Maduro, incluyendo funcionarios de los ministerios de Interior, Defensa y Justicia. Pese a la gravedad de las acusaciones, el régimen venezolano no ha respondido, y las víctimas siguen sin justicia.
Mientras, organismos internacionales —como Amnistía Internacional y la CIDH— exigen que este informe sea el punto de partida para acciones legales contundentes, incluyendo sanciones individuales y la remisión del caso a la Corte Penal Internacional. El documento de la ONU no es solo una denuncia, sino un llamado a la acción para que el mundo no mire hacia otro lado mientras en Venezuela el terror de Estado sigue campando a sus anchas.
Reflexión final: ¿Hasta cuándo la comunidad internacional permitirá que crímenes de lesa humanidad queden impunes en Venezuela?