
Un hombre de 61 años falleció en Nueva York tras ser succionado por una máquina de resonancia magnética (MRI) mientras llevaba una cadena metálica. El incidente ocurrió en un consultorio médico en Westbury, donde el hombre entró sin autorización a la sala de resonancia. La potente fuerza magnética de la máquina atrajo la cadena metálica, causando graves lesiones que resultaron fatales. Este trágico evento subraya la importancia de seguir estrictamente las normas de seguridad en torno a las máquinas de resonancia magnética, que prohíben la entrada de objetos metálicos a la sala de procedimientos.
Las máquinas de resonancia magnética utilizan un campo magnético intenso para producir imágenes detalladas del interior del cuerpo. Debido a este potente campo magnético, es crucial que los pacientes y acompañantes se despojen de cualquier objeto metálico antes de entrar a la sala de resonancia. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) advierte sobre los riesgos de no seguir estas precauciones, ya que objetos metálicos pueden convertirse en proyectiles peligrosos.
Este no es el primer incidente de este tipo. En el pasado, ha habido reportes de lesiones y muertes relacionadas con máquinas de resonancia magnética. Por ejemplo, en 2001, un niño de 6 años murió cuando un tanque de oxígeno metálico fue atraído por la máquina durante un examen. Más recientemente, en 2023, una enfermera en California resultó gravemente herida al ser aplastada entre una máquina de resonancia magnética y una cama de hospital.
El consultorio médico donde ocurrió el incidente, Nassau Open MRI, ofrece tanto resonancias abiertas como cerradas. Aunque se intentó contactar al consultorio para obtener comentarios, no hubo respuesta inmediata. Las autoridades continúan investigando el incidente para determinar las circunstancias exactas que llevaron a esta tragedia.
Este trágico evento sirve como un recordatorio de la importancia de seguir las normas de seguridad en entornos médicos, especialmente en áreas con equipos de alta tecnología como las máquinas de resonancia magnética. La seguridad de los pacientes y del personal médico debe ser siempre la prioridad.
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