Por: Rafael Santos
Erin P. Gall amenazó y lanzó un ataque racista a unos adolescentes durante una fiesta de graduación.
Este sábado se dio a conocer que la jueza de la Corte Suprema estatal de Nueva York, Erin P. Gall, quien en julio de 2022 fue captada peleando y amenazando con balear a unos adolescentes afroamericanos durante una fiesta de graduación, renunció a su cargo.
La decisión de renunciar llega después de que la Comisión de Conducta Judicial del Estado de Nueva York calificara sus acciones como el caso de mala conducta más sorprendente en 40 años.
Gall fue captada por la cámara corporal de un policía mientras lanzaba diatribas contra un grupo de adolescentes que irrumpieron una fiesta en la que se encontraba junto con sus tres hijos y su esposo.
“Soy un maldito juez y te digo que te vayas de esa maldita propiedad”, se le escucha decir. “Así es como lo hago yo. Así es como lo hace la señora G. Así es como lo hace el juez Gall. Vamos a desalojar este lugar”.
Gall también se muestra alterada ante la presencia de cuatro adolescentes negros, quienes se quedaron atrapados en medio del caos tras perder las llaves de su auto. “No encontrarán las llaves”, se le escucha decir entre gritos a la juez. “Pide un Uber y abandonen el lugar”.
Además, de pedirles que se fueran, Gall llamó a los adolescentes “poco inteligentes” e incluso les advirtió que los intrusos pueden ser “disparados en la propiedad”.
Dailymail dio a conocer que pese a que la juez había planeado luchar contra su suspensión en el tribunal de apelaciones del estado, el miércoles su representante legal presentó una moción para anunciar que renunciaba a ella y que su renuncia entraba en vigor a partir del 15 de diciembre, un año antes de que concluyera su mandato de 14 años.
“La decisión de no proseguir con la revisión y abandonar la esperanza de permanecer en el banquillo ha sido extremadamente difícil”, declaró la jueza.
El abogado de la juez señaló que su clienta actuó por “miedo, consternación, frustración y agotamiento” durante el incidente.
Gall, además de los señalamientos por su comportamiento, también fue señalada por seguir cobrando su salario de $232,600 durante su suspensión.