Tres distritos de la ciudad de Nueva York perdieron casi 80,000 residentes que se mudaron el año pasado, de acuerdo con cálculos demográficos publicados el jueves, pero los funcionarios de la ciudad piensan que esas cifras no reflejan el flujo de buscadores de asilo que llegaron a la ciudad.
La ciudad alquiló hoteles enteros para alojar a algunas de las decenas de miles de migrantes que llegaron a la ciudad de Nueva York el año pasado, y también instaló catres en escuelas y alojó temporalmente a personas en carpas, en la terminal de un crucero y en el antiguo edificio de una academia de policía.
Se omitieron hasta a 50,000 personas que habitaban los refugios de la ciudad, según funcionarios de la misma, que planean objetar los cálculos de población de 2023 de la Oficina del Censo de Estados Unidos.
Los tres condados que representan a los distritos de Brooklyn, Queens y El Bronx en la ciudad de Nueva York perdieron 28,300, 26,300 y 25,300 personas respectivamente el año pasado, según los cálculos. Aunque los nacimientos superaron a las muertes, y aunque personas de fuera se mudaron a esos condados, estos factores no superaron la salida de residentes, aunque ésta fue sustancialmente menor que en 2022.
Solo el condado de Los Ángeles tuvo una pérdida mayor de población el año pasado: 56,000 menos residentes en 2023, la mayor reducción en Estados Unidos.
En los destinos más populares para los migrantes— condados del sur de Florida y los condados donde se localizan Houston, Los Ángeles, Chicago y San José — la migración internacional creció en cifras de dos dígitos en comparación con el año anterior.
Los cálculos no distinguen entre la inmigración legal e ilegal, por lo que es imposible saber si alguna porción del crecimiento se debió a cruces fronterizos no autorizados. Los arrestos por cruzar ilegalmente alcanzaron una cifra récord en diciembre, pero se redujeron a la mitad en enero.
AP