Lectura del día: «Días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están admirando; todo será destruido» (Lucas 21:6).
En un mundo donde lo material parece permanente, Jesús nos recuerda que solo lo espiritual perdura. Hoy celebramos a Santa Catalina de Alejandría, una mártir y virgen que, con su fe y valentía, nos enseña a confiar en Dios incluso cuando todo parece derrumbarse.
Santa Catalina: Un modelo de fe y coraje Santa Catalina (siglo IV) fue una mujer sabia y culta, que enfrentó con valentía la persecución del emperador Majencio. Su defensa de la fe cristiana y su fidelidad hasta el martirio la convirtieron en un símbolo de fortaleza espiritual. Su vida nos enseña que:
- La fe en Cristo es nuestra roca inquebrantable.
- La unidad de la Iglesia es esencial para superar las divisiones.
- El amor y la verdad siempre triunfan sobre la opresión.
La unidad de la Iglesia: Un mandato divino En un mundo dividido, la oración de hoy nos recuerda la importancia de la unidad: «Concédenos, por su intercesión, que seamos fuertes y constantes en la fe y trabajemos incansablemente por la unidad de la Iglesia».
Santa Catalina, que unió a sabios y conversos bajo una misma fe, nos inspira a:
- Buscar la reconciliación con quienes piensan diferente.
- Fortalecer los lazos de caridad en nuestras comunidades.
- Ser testigos de esperanza en un mundo fragmentado.
Oración para hoy: «Dios todopoderoso y eterno, que diste a tu pueblo el testimonio de santa Catalina de Alejandría, virgen y mártir victoriosa, concédenos, por su intercesión, que seamos fuertes y constantes en la fe y trabajemos incansablemente por la unidad de la Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén».
Reflexión final: Las palabras de Jesús sobre la destrucción de lo material nos invitan a centrarnos en lo eterno: la fe, la esperanza y el amor. Santa Catalina, con su valentía y fidelidad, nos muestra que la verdadera victoria está en Dios, no en las estructuras humanas.
«En un mundo que se desmorona, sé como Santa Catalina: firme en la fe, unido en la Iglesia y audaz en el amor».