
Desde Nueva York, Elida Almonte, enlace entre la Sociedad Civil y el Partido Revolucionario Moderno (PRM), afirmó que los logros del presidente Luis Abinader trascienden los límites de una gestión presidencial para convertirse en un legado histórico que redefinirá el futuro de la República Dominicana. En una declaración contundente, Almonte destacó que la administración de Abinader ha sentado las bases de un nuevo modelo de gobernanza, fundamentado en cuatro pilares clave: transparencia, crecimiento económico, desarrollo social y fortalecimiento institucional.
«Desde su llegada al poder, el mandatario asumió con firmeza el compromiso de transformar la forma de gobernar», señaló Almonte, quien resaltó que la política de tolerancia cero a la corrupción ha marcado un antes y después en la historia política del país. Un ejemplo claro de este compromiso es el caso SeNaSa, donde el Gobierno ha permitido que el Ministerio Público investigue presuntas irregularidades administrativas sin interferencias, incluso cuando involucran a funcionarios de su propia administración. «Por primera vez en décadas, la justicia dominicana actúa sin presiones políticas», afirmó Almonte, citando la famosa frase de Abinader: «En mi gobierno hay amigos, pero no cómplices».
En el ámbito económico, la República Dominicana se ha consolidado como una de las economías de mayor crecimiento en América Latina, manteniendo la estabilidad macroeconómica pese a los desafíos globales. Almonte destacó que las políticas de apoyo a las Mipymes, la modernización del sistema aduanal y los programas de incentivo a la innovación han sido clave para impulsar la producción nacional y la creación de empleos formales. «El país ha logrado atraer inversión extranjera y mantener un crecimiento sostenido, incluso en contextos adversos», subrayó.
El impacto social también ha sido significativo. Programas como Supérate, el Plan Nacional de Viviendas Familia Feliz y las mejoras en infraestructura vial, educativa y hospitalaria han transformado la calidad de vida de miles de familias. Además, Almonte resaltó el enfoque humano de Abinader, evidente en su respuesta a crisis como la pandemia y los fenómenos naturales, donde siempre ha priorizado la dignidad y el bienestar de la gente.
Sin embargo, Almonte reconoció que aún quedan desafíos pendientes, como consolidar la independencia institucional, garantizar una justicia ágil y fortalecer los mecanismos de transparencia pública. «El país necesita instituciones sólidas más allá de los ciclos electorales», advirtió, citando al propio presidente: «De lo contrario, los mismos errores seguirán repitiéndose con distintos protagonistas».
Con una visión de Estado basada en la ética, la eficiencia y la unidad nacional, Almonte concluyó que el legado de Abinader trascenderá su gestión y proyectará un nuevo modelo de liderazgo para el país. «No se trata solo de lo que se ha logrado, sino de cómo se ha logrado: con transparencia, responsabilidad y un compromiso real con el pueblo», afirmó.