
El presidente del Indotel, Guido Gómez Mazara, respondió con contundencia a las críticas del expresidente Leonel Fernández, no solo defendiendo los logros del gobierno de Luis Abinader, sino también destacando un cambio en el tono del debate político en República Dominicana. En una carta pública, Gómez Mazara presentó cifras que, según él, demuestran que la actual administración ha superado en crecimiento económico a las de Fernández y Danilo Medina, con un promedio del 6.6% en los últimos cinco años, frente al 5.58% y 4.22% de sus predecesores, respectivamente. Pero más allá de los números, su intervención plantea una pregunta clave: ¿está la política dominicana finalmente madurando?
El funcionario no se limitó a hablar de economía. También detalló una serie de avances sociales que, según él, demuestran que el gobierno de Abinader ha logrado transformaciones reales en áreas clave. Entre ellos, destacó la reducción de la pobreza extrema, que ha sacado a dos millones de dominicanos de la pobreza monetaria, y la expansión de la cobertura hospitalaria, con un aumento del 67% en capacidad traumatológica y la instalación del primer hospital materno-infantil en el sur del país. Además, mencionó programas como el transporte escolar, que beneficia a 1.8 millones de niños, y la ampliación de becas y centros de formación técnica, con 130,000 becas otorgadas y una expansión de los centros del Infotep de 5 a 62.
Pero lo que más llamó la atención en su misiva fue el tono. Gómez Mazara elogió el debate respetuoso que, según él, se está dando entre el gobierno y la oposición, en contraste con épocas anteriores donde predominaban los insultos y las agresiones verbales. «Saludo el debate respetuoso, así ganamos todos y elevamos la calidad de los argumentos», escribió, en un mensaje que parece dirigido no solo a Leonel Fernández, sino a toda la clase política dominicana. Este enfoque refleja una nueva tendencia dentro del PRM: la de priorizar los argumentos sobre los ataques personales, algo poco común en la política local.
Sin embargo, más allá del tono, su intervención también pone en evidencia las diferencias entre las administraciones. Mientras Fernández y Medina gobernaron en un contexto donde los megaproyectos y el gasto público eran la norma, Abinader ha optado por un modelo que combina crecimiento económico con inversión social, aunque algunos críticos argumentan que aún falta mayor equidad. Gómez Mazara, sin embargo, defendió que los avances son innegables y que, por primera vez en décadas, el país está viendo resultados tangibles en áreas como salud, educación y empleo.
Lo que queda por ver es si este enfoque basado en cifras y respeto logrará cambiar la narrativa política en República Dominicana, o si, por el contrario, el país volverá a caer en la polarización y el enfrentamiento. Lo cierto es que, con su carta, Gómez Mazara no solo defendió al gobierno de Abinader, sino que también planteó un desafío: ¿puede la política dominicana dejar atrás los viejos vicios y construir un diálogo basado en hechos y propuestas? La respuesta a esa pregunta podría definir no solo el futuro del actual gobierno, sino el de la democracia en el país.