
Hay momentos en la vida donde todo parece derrumbarse: una enfermedad, una pérdida, un fracaso. En esos instantes, el Salmo 34:8 brilla como un faro: «Gustad, y ved que es bueno Jehová; dichoso el hombre que confía en él». No es una promesa de que los problemas desaparecerán, sino de que Dios sigue siendo bueno incluso en el dolor.
Tres verdades para tiempos difíciles:
- Dios no cambia, aunque las circunstancias sí:
- «Tú, oh Jehová, permanente eres» (Salmo 102:27).
- Ejemplo: Job perdió todo, pero no perdió su fe (Job 1:21).
- La confianza es un refugio:
- «Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones» (Salmo 46:1).
- Cuando no hay respuestas, Dios mismo es la respuesta.
- La bondad de Dios se prueba en la oscuridad:
- «Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno» (Salmo 23:4).
- Testimonios: Muchos han encontrado a Dios más real en el sufrimiento que en la bonanza.
¿Cómo aplicar esto hoy?
- Reconoce tu dolor: No lo niegues, pero no dejes que defina tu fe.
- Busca a Dios en lo pequeño:
- Un atardecer, un abrazo, un versículo que resuena en tu corazón.
- «En esto he conocido que me amas: que en mi angustia me escuchaste» (Salmo 31:22).
- Confía paso a paso:
- No necesitas ver el final del camino; solo el próximo paso con Él.
Oración para hoy: «Padre, en medio de mi dolor, ayúdame a probar tu bondad. Que mi confianza en ti sea mi fuerza, aunque no entienda el porqué. Amén».
Versículo para memorizar en la prueba: «Gustad, y ved que es bueno Jehová; dichoso el hombre que confía en él» (Salmo 34:8).
Hashtags: #EsperanzaEnElDolor #DiosEnLaTormenta #FeQueSostiene #Salmo34EnLaPrueba